domingo, 17 de marzo de 2013

LIBERTAD


En la historia de la vida de un individuo podemos identificar el mismo proceso. El nacimiento supone, en cierta manera, abandonar una dependencia absoluta respecto a la madre para adquirir otra relativa. La evolución, la educación, la maduración, no comportan más que continuar esta transformación que se inicia en el momento del parto. Cuanto más crece el niño, más desarrolla la búsqueda constante de libertad e independencia. Mientras el individuo no es capaz de cortar el cordón umbilical que lo liga a su familia, a sus amigos o incluso a una clase social determinada, no es capaz de experimentar una libertad real. La existencia propiamente humana comienza, por tanto, cuando se supera esta determinación primordial, ya sea biológica o psico­lógica o social, para alcanzar la libertad.


Josep Muñoz Redon, El libro de las preguntas desconcertantes.