viernes, 17 de febrero de 2012

HISTORIA DE UNA ANATOMÍA

UNA MALA DISPOSICIÓN

Quizás tuvo la culpa
una mala disposición de mi esqueleto.
Seguramente me falló la osamenta.
Debo tener la tráquea demasiado estrecha
y cualquier cosa le molesta
se irrita y trago mal.
El caso es que aquel hombre
estaba hecho una furia y todo le estorbaba:
los mendigos, los chinos, los rumanos.

Estaba hasta los pelos de las quejas de las mujeres.
Y se puso a decir que
lo que hacía falta era una mano dura como antes.

Y a mí me dio por toser
y terminé escupiéndole.


Francisca Aguirre, Historia de una anatomía,
Hiperión, Madrid, 2010 (Pg. 19)