sábado, 3 de noviembre de 2012

HERENCIA BIOLÓGICA Y HERENCIA CULTURAL

Existen en la humanidad dos clases de herencia: la biológica y la cul­tural, que pueden ser también llamadas herencia orgánica y heren­cia superorgánica... La herencia biológica es, en el hombre, seme­jante a la de los demás organismos dotados de reproducción sexual y esta basada en la transmisión, de padres a hijos y por medio de las células sexuales, de la información genética codificada en el ADN. La herencia cultural, por el contrario, es exclusivamente humana y reside en la transmisión de información mediante un proceso de enseñanza y aprendizaje, que es, en principio, independiente de la herencia biológica. La cultura no sólo se transmite por la instrucción y la enseñanza, sino también por el ejemplo y la imitación, por me­dio de los libros, los periódicos y la radio, la televisión y el cine, a través de los objetos de arte y por cualesquiera otros medios de co­municación.
La herencia cultural hace posible para el hombre lo que ningún otro animal puede llevar a cabo, esto es, la transmisión acumulativa de sus experiencias, de generación en generación. Los animales son ca­paces de aprender por experiencia, pero no de transmitir sus expe­riencias o “descubrimientos” a las generaciones futuras. Los anima­les tienen memoria individual, pero no “memoria” social; por el contrario, los seres humanos han heredado una cultura, precisamen­te debido a su capacidad de transmitir sus experiencias acumulativa­mente, de una a otra generación. (…)
La herencia cultural hace posible la evolución cultural; esto es, la evolución del conocimiento, la ética, las estructuras sociales y todos los demás elementos que constituyen la cultura, haciendo posible un nuevo modo de adaptación exclusivo de los seres humanos: la adap­tación por medio de la cultura. (…)
Sin embargo, la evolución biológica y la evolución cultural están re­lacionadas mutuamente, como las dos vertientes de una cordillera, que pueden ser muy diferentes en topografía, e incluso en flora y fauna, pero que conducen a las mismas cimas y que no pueden exis­tir la una sin la otra. La cultura sól0 puede aparecer si existe una ba­se biológica adecuada y depende enteramente de la naturaleza y propiedades de tal base. AI mismo tiempo, la cultura extiende sobre­manera el poder adaptativo de la naturaleza biológica y constituye, hoy en día, la fuente más importante de los cambios ambientales que propelen la evolución biológica del hombre.
De ahí que, aún cuando la evolución cultural predomina sobre la biológica, ésta continua aún en la especie humana y tal vez se haya acelerado en épocas recientes, precisamente debido a las nuevas condiciones ambientales creadas por la cultura.


Franciso J. AYALA, Origen y evolución del hombre