lunes, 15 de agosto de 2011

DE LA ILÍADA



«Homero no se sorprende ni se indigna; no espera respuesta. ¿Dónde están los buenos en la Ilíada? ¿Dónde los malos? En ella solo vemos hombres en apuros, guerreros en lucha que triunfan o sucumben. Las reivindicaciones de la justicia solo forman un murmullo de lágrimas y lamentos a los pies de mármol de la necesidad. La pasión por la justicia se expresa únicamente en este duelo de la justicia y en la confesión del silencio. Condenar la fuerza, o absolverla, significaría condenar o absolver la vida misma».


Rachel BESPALOFF, De la Ilíada,
Minúscula, Barcelona, 2009 (Pg. 17)