El epicureísmo es una ética hedonista, esto es, una explicación de la moral en términos de búsqueda de la felicidad entendida como placer, como satisfacción de carácter sensible.
De manera que son dos las condiciones que hacen posible la verdadera sabiduría y la auténtica felicidad: el placer y el entendimiento calculador. Éste último nos permite distinguir entre varias clases de placeres, correspondientes a diversos tipos de deseos.
Así, Epicuro y sus seguidores subrayan la importancia del placer de los sentidos o «placer material», no contra el «placer espiritual o intelectual», sino como fundamento indispensable de éste último. Se trata de una visión global de la persona, que plantea como necesaria una satisfacción material o sensorial del ser humano que colabore a una vida plena y gozosa en sentido general.
BIBLIOGRAFÍA:
– VV. AA. Praxis. Manual de Ética 4º ESO, Octaedro, Barcelona, 1995